Editor de revista Mongolia declara este lunes por una portada que hacía sátira de un belén.

Uno de los editores de la revista Mongolia, Darío Adanti, declara este lunes por videoconferencia desde Madrid en la causa en la que un juez de Barcelona investiga si la portada de la publicación de diciembre de 2022 que hacía sátira de un belén constituye un delito de ofensa a los sentimientos religiosos.

Adanti está citado a la una del mediodía en los Juzgados de Plaza de Castilla de Madrid para declarar de forma telemática ante el juzgado de instrucción número 12 de Barcelona, que investiga, a raíz de una denuncia de Manos Limpias, si la portada publicada en diciembre del año pasado es constitutiva de delito.

La revista mostraba un belén con San José y la Virgen María, pero en el lugar donde debería ir el Niño Jesús, figuraba una defecación similar al emoticono que se manda por aplicaciones de mensajería junto al título: «Ha nacido el hijo de Dios. Igualito al padre».

Junto a Adanti, autor de la portada, también se investiga en la causa al coeditor de la publicación, Pere Rusiñol, que el pasado mes de julio declaró ante el juez que dicha publicación «no pretendía ofender» sino hacer «crítica social de un ultracatolicismo que ataca a los derechos humanos». A esa vista no acudió ningún abogado de Manos Limpias ni el representante de la Fiscalía.

Antes de la declaración de Darío Adanti, Amnistía Internacional ha convocado un acto de protesta a favor de la libertad de expresión, en el que participará también el Frente Viñetista (Asociación de Humoristas Gráficos)

La organización ha lamentado en varias ocasiones que los responsables de la revista tengan que afrontar esta causa, por lo que reclama la urgente modificación de los artículos del Código Penal que atentan contra la libertad de expresión y que, a su juicio, contravienen los estándares internacionales de derechos humanos.

En 2018 un juzgado ya condenó a la revista Mongolia a pagar 40.000 euros al extorero José Ortega Cano por vulneración del derecho al honor en un cartel que hacía propaganda de la revista y en el que aparecía un extraterrestre con el rostro del matador.